viernes, 31 de enero de 2014

Ana María Matute: Primera memoria

Tomás Yepes (1600-1671): Paisaje con una vid. Colección Naseiro. Madrid
Las uvas maduraron a mediados de septiembre. La alcaldesa le envió a la abuela los primeros racimos, en una bandeja de cerámica con flores azules y amarillos. Venían cubiertas con un paño de hilo bordado. La abuela cogió una entre dos dedos. Era tan fresca y hermosa, como feo y sucio su brillante. La probó, y escupió el hollejo dentro del puño.
-Son ácidas -comentó-. Ya me lo figuraba.
Las uvas, con una gota perlada, quedaron olvidadas en la bandeja.
Borja, que me estuvo mirando con ojos malvados durante el día, comentó mirando hacia la abuela.
-Las de Son Major serán dulces.
Pero aquellas palabras iban dirigidas a mí. Se lavó delicadamente las yemas de los dedos y las enjugo con la servilleta. Parecía un pequeño Pilatos.
-Sirve el café, Antonia -dijo la abuela.

Ana María Matute (1996): Primera memoria. Ediciones Destino, Clásicos contemporáneos comentados; 6: Barcelona. Página 133. Edición comentada por Germán Gullón.

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